MICRORRELATO SENTIDO Nº1


 En el pasillo de las innumerables puertas

Ahí desperté por alguna razón, no recuerdo cómo llegué allí. Tenía una sensación extraña, había algo que me decía que no era la primera ocasión que estaba ahí, no obstante mi corazón latía veloz, como con ansias. Me levanté despacio mirando a mi alrededor, los muros tenían un cálido color, él suelo era limpio. Inicié a caminar lento mirando esas puertas, todas un color, tamaño y forma diferentes, pero cada una coincidía en algo, en el centro todas tenían una figura, una tenía un corazón, otra un martillo y otra un…¿un reloj? frene en seco ante dicha puerta decorada con engranajes y agujas de reloj, todo en tonos marrones y dorados. A medida que intentaba rememorar algo me empujaba a abrir la puerta, tenía que tener respuestas sobre el reloj, sobre el pasillo. Me acerque despacio y coloque mi oreja en la madera gélida, una voz...la de un hombre anciano.

-¿Cómo debo colocarlo?


Una segunda voz, era un joven muchacho..


-Voy a entrar-susurré poniendo mi mano en el pomo.


Sin pensarlo 2 veces abrí muy lento la puerta. Aparté mi vista de los hombres y la centré en la habitación, había relojes y pájaros de madera que sobrevolaban nuestras cabezas entre otras cosas. introduje mi cuerpo en la habitación, al cerrar la puerta, un reloj colocado tras esta cayó realizando un profundo sonido. Antes de poder decir nada el mayor de los hombres habló.


-Cuanto tiempo- dijo con una sonrisa mientras me invitaba a pasar- Samuel, trae algo de té y pasas a nuestro invitado.


El joven salió de la sala y al rato apareció con una bandeja con té y galletas.


Tras un momento conversando descubrí que hace dos años había estado ahí, con Samuel y Livino el más mayor. Una vez que estuve ahí, hace un tiempo, al igual que hoy, decidí entrar en la sala del reloj. 

Pasó el tiempo a medida que me enseñaban a montar ciertos mecanismo, como el pájaro que vi al entrar. tras algunas horas a pie por el pasillo, conociendo las otras salas etc… Nos sentamos junto a la chimenea.


-No duermas, por favor- dijo Samuel entre susurros.

-le mire en silencio- lo intentaré- dije sin saber el por que de sus palabras.

-Así te fuiste la ultima vez

-oh..-me incliné hacia él-sabes- coloqué mis manos en sus mejillas y junté nuestras frentes- No sé cuándo ni cómo, pero sé que volveré, lo prometo ¿si?


Él asintió muy lento mientras yo sonreía y dejaba un beso en su frente, me volví a acurrucar y lentamente quedé dormido a su lado.


Ha sido un sueño extenso y profundo, sin embargo me sentía igual cansado, abrí mis ojos y ahí estaba estirado en mi cama, en la realidad.


-Que sueño mas raro- me levante pero un sonido me paro previo a poder ofrecer un paso más, mire al suelo y visualice un diminuto pájaro mecánico, lo recogí con una sonrisa tristona y lo coloque en la estantería.


-Volveré....


Salí de la habitación y continúe mi día como si de cualquier otro se tratara.


Comentarios

Entradas populares